Gato de peluche

Si parecía que nunca iba a coger una máquina de coser desde aquella vez que tuve que hacer un disfraz de boquerón, pues ha llegado el momento de hacer algo que nunca me había atrevido a hacer: un peluche. Sí, sí, un peluche, y menos mal que he hecho un gato y no un pulpo o un monstruo de siete cabezas, pero desde luego he puesto al límite mi paciencia. 
Vale, sí, admito que me he entretenido mucho haciendo este gato. Pero entre que no he tenido tiempo y que he ido a contrareloj, me ha salido un pelín regular.....por no decir que es mejorable. Pero, oye, para ser el primer peluche grande que hago en mi vida me satisface mucho que a las personas de mi alrededor les haya gustado. 
Como veis es un gato negro de peluche, muy muy suavito (he sabido elegir la tela correcta, aunque me he matado cosiéndola) y bastante achuchable (al menos esa era la palabras que todos los que han visto el gatito han dicho). Es grande, de unos 50cm de largo, y un poco menos de ancho. En realidad lo he hecho a ojo, porque pensaba que sería mas facil...pero no, lo he cosido y descosido tres mil veces. Los detalles están hechos de fieltro. 
¡Espero que os guste! 








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